El galardonado es también inventor de la consola Wii, con la que revolucionó la forma de interactuar con los videojuegos. Llevó la máquina de la habitación de los niños al salón, democratizó los videojuegos, abandonó los mandos con botones y abrió el camino para jugar con el movimiento del cuerpo.
El cerebro creativo de Nintendo ha logrado imponerse a la agencia de fotografía Magnum y al filósofo francés Edgar Morín, que también optaban a este premio.